Entonación del presentador: ¡Sin monotonía!

Si lo piensas bien, esto no es sorprendente. ¿Le creerías a alguien que dice las palabras: “soy feliz” si las dijera en un tono melancólico o indiferente? Recuerda los juegos de la primera infancia. ¿Realmente necesitábamos palabras para transmitir emociones? Pero las emociones son información crucial. Son tanto más importantes cuanto que afectan las profundidades del subconsciente.

La mayoría de los hablantes saben muy bien, o al menos sienten intuitivamente, que deben colocar correctamente los acentos emocionales con la ayuda de la entonación. El éxito de una presentación depende en gran medida de lo bien que se haga. Al mismo tiempo, a diferencia de los actores profesionales, los anfitriones de eventos en línea no están obligados a pasar años aprendiendo el arte de la actuación de voz. En la gran mayoría de los casos, basta con seguir algunas reglas simples.

• Evita la monotonía. Una voz uniforme sin emociones ni entonaciones arrulla a la audiencia y pierde su atención, sugiriendo que el presentador simplemente está aburrido. Y si el orador mismo no está interesado en el tema o evento, ¿por qué, uno se pregunta, debería interesar a la audiencia?

• Levante un poco la voz y disminuya el ritmo de su discurso en los puntos clave. Esta técnica le permite impartir mejor las ideas, tesis y conclusiones más importantes de la presentación en la mente de la audiencia. Resalte frases clave con pequeñas pausas antes y después de pronunciarlas.

• La respuesta debe ser más fuerte que la pregunta. Un formato de presentación popular es el de "pregunta-respuesta", en el que el presentador hace una pregunta y la responde él mismo. En este caso, por regla general, la respuesta contiene una idea sobre la que al orador le gustaría llamar la atención de la audiencia. Es por eso que la respuesta debe ser más fuerte y se debe poner más énfasis en ella que en la pregunta. Lo mismo se aplica a la parte de la presentación en la que los invitados hacen preguntas.

• Sin risas, sin lágrimas. Abstenerse de entonaciones extremas. En primer lugar, la alegría chispeante y la tristeza profunda son muy difíciles de interpretar, incluso si eres un actor profesional. Y en segundo lugar, están completamente fuera de lugar en una reunión de negocios, que es exactamente lo que son la gran mayoría de las presentaciones.

• Componer el texto a partir de oraciones cortas y medianas. Esto le permitirá controlar su respiración en cada frase y mantener su entonación y ritmo de habla de forma natural, sin cambios provocados por quedarse sin aliento. 

• Usa un poco de ironía. Si durante la presentación te refieres a tu propia experiencia o expresas una opinión en primera persona, es mejor añadir un poco de ironía. La forma más fácil de hacerlo es bajar la voz y sonreír un poco. Esto atraerá a la audiencia a un nivel más personal y creará el efecto de una conversación confidencial.

• Evita el patetismo. Para la gran mayoría de las presentaciones, no es apropiado usar la entonación adecuada para un discurso en un mitin o convención política. Frases picadas en tono elevado, capaces de transmitir la energía de un orador y emocionar a los reunidos en un gran salón o en un estadio, no funcionan para nada en el ambiente de cámara de un evento online. Incluso si cientos de personas se conectan a su presentación, por regla general, cada espectador se sienta solo frente a la pantalla y percibe la presentación del orador como un diálogo.

• Practica hablar con naturalidad. Incluso con acentos de entonación colocados correctamente, la simulación dará a la audiencia la impresión de falta de sinceridad y, como resultado, causará desconfianza tanto en el presentador como en el material.