¿Son relevantes hoy en día las reglas de presentación acuñadas por Guy Kawasaki? En esta primera parte del artículo, profundizamos en la creación de la evangelización de marketing y el origen de la fórmula de presentación. La segunda parte analizará cómo estos conceptos funcionan (o no) en los oyentes de hoy.
Para quienes no conocen a Guy Kawasaki, es un ex psicólogo que se convirtió en gurú del marketing y que dejó su huella en Apple durante la era Macintosh, de 1983 a 1987. Durante este tiempo, descubrió dos ideas que cambiaron las reglas del juego: la evangelización del marketing y la regla de las presentaciones 10:20:30. Algunos pueden argumentar que estos conceptos ya circulaban antes de Kawasaki, y eso es cierto, pero él fue quien realmente les dio el reconocimiento que se merecían.
Entonces, ¿qué es exactamente el evangelismo de marketing? Imagínese esto: ha convencido a alguien de que su producto, su tecnología o su marca son las rodillas de la abeja, y luego corren la voz como un reguero de pólvora, defendiendo su causa entre sus familiares, amigos y cualquiera que quiera escuchar. Ese es el poder del evangelismo de marketing. Es como tener un ejército de seguidores entusiastas que realmente creen en su marca sin gastar una fortuna en publicidad tradicional. Estos “feligreses” devotos difunden el evangelio de su marca de manera voluntaria y apasionada, y eso vale su peso en oro.
Pero aquí está el truco: para que este plan funcione, se necesita un "sermón" contundente. cautiva a tu audiencia. Introduzca la fórmula de presentación 10:20:30. Como un hechizo mágico, esta fórmula fue creada para intrigar a los inversores y dejarlos pidiendo más información sobre su empresa emergente. Es concisa, impactante y muy centrada.
¿Qué representan los números en la regla 10:20:30?
10 ¿Cuál es el número máximo de diapositivas que debes intentar tener? En tu presentación¿Por qué? Porque, según las enseñanzas de Guy Kawasaki, la persona promedio solo puede procesar cierta cantidad de información visual en una sola sesión.
20 representa el número máximo de minutos Su presentación debe ejecutarse Si se extiende más de eso, se corre el riesgo de poner a la audiencia en un estado de hibernación. Sin embargo, no es necesario ser un gurú del marketing para darse cuenta de que nadie quiere soportar una maratón de presentaciones interminable.
30 es el tamaño de fuente mínimo que debe usar en sus diapositivas. por que es tan importante? Nuestros cerebros son como lectores quisquillosos: podemos mirar imágenes bonitas o leer textos pequeños, pero no ambas cosas al mismo tiempo. Mantener el tamaño de fuente en 30 puntos o más asegura que su audiencia pueda leer lo que ha escrito sin tener que buscar sus lupas y no escuchará lo que está diciendo, entrecerrando los ojos para ver el texto diminuto.

Curiosamente, la última regla fue la que se modificó con más frecuencia. Algunas personas sugirieron números alternativos como 6 o 60 para limitar las palabras en cada diapositiva o en toda la presentación. Otros sostienen que la limitación del tamaño de la fuente es una reliquia del pasado. Pero, independientemente de cómo la interpretes, la esencia de las reglas de Kawasaki sigue siendo la misma: impactar con el mínimo esfuerzo. Es como crear una obra maestra con solo un puñado de pinceladas.
Incluso si no eres fanático de los sermones o las referencias religiosas, piensa en el legendario discurso de Martin Luther King Jr., “Tengo un sueño”. Tenía el poder de mover montañas y solo le tomó 17 minutos pronunciarlo. Entonces, ya sea que estés predicando a las masas o hacer una presentación ante una sala llena de compañeros de trabajo somnolientos, sea conciso, impactante y déjelos con ganas de más.
¿Por qué la regla 10:20:30 revolucionó el arte de la presentación y se convirtió en el estándar de oro? Bueno, imaginemos la década de 1970, cuando las presentaciones eran largas, parecidas a las conferencias académicas. Se extendían desde 30 minutos hasta la friolera de 2 horas, mostrando innumerables diapositivas, a veces cerca de cien. Se trataba de ser minucioso, de mostrar un enfoque serio. Pero una presentación de una hora puede ser un aburrimiento, ahogando al público en un océano de información olvidable.

Entra Guy Kawasaki, el superhéroe de presentación. Se dio cuenta de que los presentadores estaban cayendo en uno de dos extremos. Algunos lanzarían una bomba de presentación, abrumando a la audiencia con complejas teorías económicas y tendencias globales. Otros desatarían una presentación de fuerzas especiales, bombardeando a la audiencia con jerga técnica y detalles intrincados sobre su producto. Era tiempo de un cambio.
Las reglas de Kawasaki fueron una bocanada de aire fresco en medio de esta sobrecarga de información. La regla de las 10:20:30 obligó a los presentadores a deshacerse de toda la información superflua y a ir directo al grano: no más presentaciones extensas ni historias divagantes que no tuvieran relación con el tema.
Según Kawasaki, los temas de tus diapositivas deben organizarse así:
Problema
Su solución
Modelo de negocio
Magia/tecnología subyacente
Marketing y ventas
Competencia
Equipo
Proyecciones e hitos
Estado y cronograma
Resumen y llamada a la acción
Ahora bien, recuerda que la regla de las 10:20:30 no es inamovible. Incluso los mayores seguidores de Kawasaki sugieren que la uses como guía y que la adaptes a tus circunstancias particulares. Se trata de encontrar el equilibrio adecuado entre información y participación.
El final de la primera parte.
